De Estados Unidos a China, pasando por Europa, el mundo arde: las temperaturas altas ya se cobran cientos de vidas y las llamas devoran miles de hectáreas. ¿Por qué las olas de calor han alcanzado estas dimensiones históricas? La respuesta la anticiparon largamente los científicos: el factor cambio climático.
«Nuestro modo de vida —basado en producir, consumir, desechar y contaminar— ha conducido a la emergencia planetaria a la que nos enfrentamos. Ahora es el momento de transformar nuestra relación con la naturaleza», escribió António Guterres, secretario general de la ONU, al tiempo que hacía un llamado a que se asuman «compromisos creíbles» en materia climática.
Su mensaje pone en el centro la causa que subyace a eventos meteorológicos extremos cada vez peores, que es el aumento de la temperatura como resultado de las emisiones de efecto invernadero.
Dos sistemas de presión en juego
En Europa, una fuerte dorsal de altas presiones ha permitido que las temperaturas aumenten sobre el continente durante los últimos días. El martes, una zona de bajas presiones se desplazaba frente a la costa, ayudando a canalizar el calor extremo hacia el norte, hacia el Reino Unido.
En Estados Unidos, una fuerte cúpula de altas presiones se ha instalado sobre el sur de las Llanuras y el valle de Mississippi. En lugar de canalizar el calor desde el sur, este se está acumulando sin cesar a medida que el sol calienta a través de cielos sin nubes.
La conexión entre las olas de calor: el cambio climático
El vínculo entre las olas de calor a los dos lados del océano Atlántico está claro para los científicos: es la influencia de las emisiones de gases de efecto invernadero y la temperatura base del planeta, que aumenta cada vez más.
El científico jefe de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, Stephen Belcher, dijo el martes que las olas de calor habrían sido «prácticamente imposibles» en el país en un «clima sin alteraciones».
«Pero el cambio climático impulsado por los gases de efecto invernadero ha hecho posible estas temperaturas, y de hecho estamos frente esa posibilidad ahora», dijo.
¿Qué dice la ciencia?
La temperatura global ya ha aumentado 1,1 grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales. En estas circunstancias, las olas de calor extremas ya tienen aproximadamente cinco veces más probabilidades de ocurrir, según un informe clave del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU que se publicó en 2021.