Estas son las señales que te manda tu cuerpo durante la ola de calor y que pueden afectar gravemente a la salud Malestar, mareo, dolor de cabeza, náuseas, o sudoración excesiva son avisos que lanza nuestro cuerpo de que el calor no le está sentando bien y tiene que parar; si manifiesta otras, como aumento de la temperatura o pérdida de conciencia, es que está sufriendo un golpe de calor y necesita ayuda inmediata.
México atraviesa por la temporada de olas de calor durante el verano, que ante la llegada de la canícula (temporada de escasez de lluvia) ha llegado a temperaturas de hasta los 50 grados centígrados en varios estados de la República, incrementando los casos del llamado golpe de calor, que en ocasiones puede ser mortal.
¿Qué es el golpe de calor?
Un golpe de calor es un problema grave. Ocurre cuando el cuerpo es incapaz de controlar la temperatura, que se va incrementando rápidamente y puede alcanzar los 40.6º C.
Aunque cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, los niños menores de cuatro años y los ancianos son los más susceptibles de sufrirlo, además de diabéticos y personas con problemas cardíacos, renales o de hipertensión.
El golpe de calor requiere tratamiento de urgencia. El golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.
Síntomas del Golpe de Calor
- Alta temperatura corporal. Una temperatura corporal central de 104 F (40 C) o más, obtenida con un termómetro rectal, es el principal signo de insolación.
- Alteración del estado mental o del comportamiento. La confusión, la agitación, la dificultad para hablar, la irritabilidad, el delirio, las convulsiones y el coma pueden ser el resultado de un golpe de calor.
- Alteración en la sudoración. En el golpe de calor provocado por el calor, la piel se sentirá caliente y seca al tacto. Sin embargo, en el golpe de calor provocado por el ejercicio extenuante, su piel puede sentirse seca o ligeramente húmeda.
- Náuseas y vómitos. Puede sentirse mal del estómago o vomitar.
- Piel enrojecida. Su piel puede enrojecerse a medida que aumenta la temperatura de su cuerpo.
- Respiración rápida. Su respiración puede volverse rápida y superficial.
- Ritmo cardíaco acelerado. Su pulso puede aumentar significativamente debido a que el estrés por calor impone una tremenda carga a su corazón para ayudar a enfriar su cuerpo.
- Dolor de cabeza. Su cabeza puede palpitar.