Escribanos temen fin de labores

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En enero podrían desaparecer sedes en comunidades

A partir del 1 de enero de 2022, 38 escribanías públicas, tanto de la capital como del interior del estado, corren el riesgo de desaparecer si el Ejecutivo estatal no las ratifica para continuar otorgando servicios en certeza jurídica, dejando de esa manera a una gran cantidad de gente en estado de indefensión en la materia.

Haciendo un poco de historia sobre las escribanías, en esta ciudad y en varios municipios, incluso en Mérida, desde hace muchos años operan de tal modo que cumplen la función de una notaría, pero con costos mucho más bajos.

De acuerdo con la ley, las escribanías realizan trabajos sobre la documentación de compra venta de predios, cuyo costo es de hasta 2,000 Unidades de Medidas y Actualización (UMA), rondando así los $180,000.

Cuando el precio de los predios rebasa esa cantidad la escrituración queda a cargo de una notaría, pero en esta ciudad solo existe una y su titular casi no llega. Se sabe de la llegada de otro notario, pero tampoco funciona al 100%, de modo que el trabajo de las escribanías es elemental para los ciudadanos.

Desde la administración de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco comenzó a pensarse en la desaparición de las escribanías supuestamente porque no están consideradas dentro de la ley, pero los titulares de las mismas han expuesto que deben continuar existiendo y ser incluidas de nuevo en la ley del notariado en el estado.

Ellos buscan seguir ejerciendo la función de la fe pública en los municipios que excedan los 30,000 habitantes, como es el caso de Hunucmá, Mérida, Motul, Progreso, Ticul, Tekax, Tizimín y Valladolid.

Según se averiguó, luego que el exgobernador Rolando Zapata Bello les extendió hasta 2021 su función, existe preocupación entre los titulares de las escribanías, pues la ley dice que a partir del 1 de enero podrían desaparecer y el único que tiene la atribución legal para ratificarlos es el actual gobernador, Mauricio Vila Dosal.

Hunucmá, Motul, Progreso y Ticul están asignados a un escribano público, pero en Tekax, Tizimín y Valladolid tienen de a dos.

En Mérida se cuenta con 28, cuyas oficinas dan empleo a un promedio de cuatro personas cada uno, tanto abogados como pasantes. Ahí incluso muchos hacen sus prácticas profesionales.

En el caso de los primeros, se gana un sueldo, lo cual podrían dejar de obtener y afectar su economía familiar, por eso piden al gobierno estatal que reconsidere y los ratifique en sus funciones.

Los escribanos no solo dan certeza jurídica y seguridad patrimonial, sino que generan fuentes de empleo, por lo que al desaparecer esa figura se estarán cerrando oficinas y dejar sin empleo a decenas de personas.

Hecho curioso

En algunos municipios con menos de 30,000 habitantes seguirán existiendo las escribanías, mientras que en las comunidades con más población las quieren desaparecer.

Esperanza

Los escribanos confían en que el gobernador volteará los ojos ante este problema y resolverá a favor de esas instancias.

Precio

Hoy día los escribanos cobran solo el 10% de lo que cobran los notarios y hacen un trabajo similar con el mismo resultado.

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