El progresista Gabriel Boric asumió la Presidencia de Chile en una solemne ceremonia en la ciudad costera de Valparaíso a la que acudieron parlamentarios de todos los partidos y una nutrida representación de jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo; es así que se convirtió en el presidente más joven en la historia de su país.
En el Salón de Honor del Senado, el nuevo presidente de esa cámara, el socialista Álvaro Elizalde, le impuso la banda presidencial a Boric, quien con apenas 36 años y un mes se convierte en el mandatario más joven de la historia del país.
Con una enorme sonrisa, que le acompañó desde que entró a la sala de honor y una emoción que no pudo contener, el líder progresista subió al estrado donde recibió un abrazo de su predecesor, el conservador Sebastián Piñera, saludó a los militares y representantes allí presentes y prestó juramento sin corbata.
“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo”, dijo Boric, en un gesto más de hombre procedente de la localidad austral de magallanes, concienciado con la diversidad étnica y nacional e indígena de Chile.
Después, Boric firmó las distintas actas protocolarias y recibió de manos de Piñera la piocha de O’Higgins, símbolo del poder en Chile, que el presidente saliente prendió en la banda presidencial que Boric encargó coser a un sindicato de costureras salido del estallido social, las protestas populares que en 2019 sacudieron al país.
La banda le fue impuesta por el nuevo presidente del Senado, el socialista Álvaro Elizalde, quien fue elegido apenas una hora antes de la ceremonia tras una agria discusión en esa cámara.